sábado, 13 de febrero de 2016

¡AHÍ VIENE LA HARKA!


  
                                                              Mujer en las casas trogloditas de Túnez
En más de una ocasión la escuché del habla popular con motivo de ver llegar un grupo irregular de personas “ahí viene la jarca” y en efecto, esta palabra no es reconocida por el diccionario pues la pronunciación no se ajusta a la correcta escritura que sería “harka”, referida a aquellos combatientes indígenas rifeños que sembraron el terror entre los soldados de Alfonso XIII por su extrema crueldad con los vencidos allá por 1920. Esto me lleva a imaginar que la “harka” que usaban los musulmanes, llegó al vocabulario popular de la mano de aquellos soldados, que junto al ejercito español lucharon en el norte de Marruecos, los mismos que vinieron a la península para colaborar con el ejercito nacional en la guerra civil de 1936.
Los musulmanes que habitaron nuestra península en las diferentes épocas de la historia, no solo nos han dejado parte de su lenguaje, nombre de ciudades y costumbres. También la gastronomía tiene un gran parecido con nuestra cocina tradicional. Las aceitunas que nos acompañan en los aperitivos, es una de los ingredientes más utilizado en sus platos, como lo es la miel y las almendras en sus exquisitos postres. Si visitas Marruecos y quieres guardar la linea, cambia cualquiera de sus platos por la “bastila” de fina masa hojaldrada rellena de cualquier cosa; los “cuernos de gacela”, lo más parecido a nuestros mazapanes y a las rústicas empanadillas rellenas de almendra, que no faltan en ninguna casa del termino de Don Benito los días de Semana Santa, y no digamos los pastelería de los escaparates de Toledo, idénticos a sus finas pasta de té.
En definitiva, este mundo que es un precioso pañuelo donde nos unen costumbres, lengua y cultura, nos separan, desgraciadamente, las religiones.
Antonia Marcelo
Publicado en el periódico HOY el 22-06-15



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