viernes, 13 de enero de 2017

FANTASMAS



Los peligros del senderísmo a veces son los fantasmas que te persiguen por los caminos y a los que sólo se les oyen los pasos, pues no hablan para no interrumpir tus pensamiento, no gritan para no callar el canto de los pájaros y en silencio puedas escuchar la risa del arrollo que discurre al compás de los latidos de tu corazón.
Quién se atreve a descubrir la sábana que envuelve el día y dejar escapar la risa de los ángeles, que a menudo vagan entre las doradas mieses meciendo con sus alas sus largos tallos,  alimento de los dioses,  o abrir el armario del firmamento que encierra la noche, cuando extiende su cabello salpicado de encendidas velas, para iluminar los barcos de los que en el mar navegan.


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