Y
por qué no. Si Ud. ni Ud. saben que la arena es blanca y acaricia mi
cuerpo. Que la brisa es silenciosa y mece la sombra como la madre
mueve la cuna de su bebé recién nacido. Que el sol que dora los
cuerpos mueve el mundo y hechiza las mentes de los que sueñan. Ay,
si vieras la playa desde ese punto donde no existe más que el
infinito entre tú y el horizonte, y en medio el mar azul lleno de
vida oculta y pasajes de la historias aun no descubiertas; de bellos
peces de colores que recorren las costas y se duermen con las
estrellas; de caracolas que llaman de madrugada a las sirenas, sí,
esas que nadie ve y con las que todos sueñan; de barcos con
intrépidos piratas que sobre las olas fantasean conquistas de islas
desiertas. Ay. Si tu vieras los destellos de sol sobre espuma de olas
rosas cuando en la tarde se aleja...
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