GUADIANA
(canto)
Rio Guadiana a su paso por Badajoz
Fluyo
por las Lagunas
saltando
de piedra en piedra.
Luego,
juego al escondite
hasta
que me pare la tierra
en
la Mancha quijotesca.
Deslizándome
postinero
como
adolescente Adonis
sabedor
de sus andanzas,
en
las Vegas me entretengo
con
labradores y garzas.
Río
Ana me llamaron
en
la Mérida romana
por
los patos que en su puente
se
cobijaban y nadaban.
Y
con todo mi esplendor
llego
a la Musulmana,
que
clamorosa me recibe
con
almenas señoriales,
con
murallas escarlata,
con
sus puentes bullanguero
de
carnavales y palmas.
Aquí...
me siento en reposo
reflejándome
en sus caras
y
por no querer llegar al mar
giro
hacia el sur mi barca.
Badajoz,
con qué ternura
te
digo adiós, y sigo al mapa.
Ya,
en el Alqueva, no muero,
-
le digo
“já
venho, mas estou casada”
en
cuanto pueda me vuelvo
por
el camino de España.
LOS GATOS BAJO EL PUENTE
Puente de Palmas
No hacen ni marramaos
no corren por los tejados
no persiguen a las gatas
no se arriman al brasero
solo pueden saltar de rama en rama.
Estos gatunos no tienen alas
y viven en una isla
donde el aguas los atrapa.
Esta pequeña comuna, cuenta
durante las noches
sus felinas hazañas.
En el runrún del invierno
adormilados en sus ramas,
reunidos unos treinta gatos
tejen su vida en palabras.
Cuando tenían un cojín
en el rincón del trastero
y por la gatera se escapaban
en las noches de celo.
Junto a la fuente corrían
en la plaza del pueblo
y cantaban enamorados
en los tejados mirando al cielo.
En las esquinas se reunían
hablando de mil patrañas,
porque los gatos también tienen
historias muy largas.
No penséis que por ser gatos
son de pasiones ajenas
que es famosa en el mundo entero
la Gatomaquia y sus guerras.
Así, posados sobre las piedras
entre lamidos contaban
que la bella Zapaquilda
estaba enamorada.
De Micifuz, un guaperas,
y que de sus brazos arrebatara
el joven Marramaquiz
en su celosa pendencia.
no corren por los tejados
no persiguen a las gatas
no se arriman al brasero
solo pueden saltar de rama en rama.
Estos gatunos no tienen alas
y viven en una isla
donde el aguas los atrapa.
Esta pequeña comuna, cuenta
durante las noches
sus felinas hazañas.
En el runrún del invierno
adormilados en sus ramas,
reunidos unos treinta gatos
tejen su vida en palabras.
Cuando tenían un cojín
en el rincón del trastero
y por la gatera se escapaban
en las noches de celo.
Junto a la fuente corrían
en la plaza del pueblo
y cantaban enamorados
en los tejados mirando al cielo.
En las esquinas se reunían
hablando de mil patrañas,
porque los gatos también tienen
historias muy largas.
No penséis que por ser gatos
son de pasiones ajenas
que es famosa en el mundo entero
la Gatomaquia y sus guerras.
Así, posados sobre las piedras
entre lamidos contaban
que la bella Zapaquilda
estaba enamorada.
De Micifuz, un guaperas,
y que de sus brazos arrebatara
el joven Marramaquiz
en su celosa pendencia.
De esta pasan las horas,
entre las ramas y las piedras
a la espera que los que miran
desde el puente se compadezca
entre las ramas y las piedras
a la espera que los que miran
desde el puente se compadezca
y les envíen alguna raspa
o una sardinita entera.
Junto al Puente de Palma 9.01.11
o una sardinita entera.
Junto al Puente de Palma 9.01.11
Antonia Marcelo Garcia
Bajo el círculo ebrio
del sol de
poniente
contemplo con legañosa mirada
el Guadiana vertiente.
De plata son sus reflejos
en el espejo de los puentes
de Palmas, de Autonomía, Universitario y
el Real más reciente.
Cada uno en sus principios
tiene por fin un abrazo
de unir riberas y frentes
cada cual, amasa ideales
recibir con palmas a portugueses,
celebrar la unión con las regiones,
aunar conocimientos
y a los pies de la Alcazaba
sumisa en el agua pasa
un barco de papel
con los poetas del Guadiana.
contemplo con legañosa mirada
el Guadiana vertiente.
De plata son sus reflejos
en el espejo de los puentes
de Palmas, de Autonomía, Universitario y
el Real más reciente.
Cada uno en sus principios
tiene por fin un abrazo
de unir riberas y frentes
cada cual, amasa ideales
recibir con palmas a portugueses,
celebrar la unión con las regiones,
aunar conocimientos
y a los pies de la Alcazaba
sumisa en el agua pasa
un barco de papel
con los poetas del Guadiana.
AHI AHISA EN LA PLAZA ALTA
Fragmento del poema "Viajeros sin maleta"
publicado en "Badajoz, un reino por descubrir"
Hay una joven que canta
que trajina por la hacienda,
preparando en la cocina
dulces de miel y almendra.
Una niña que corretea,
que se pone muy contenta
tiene que ir a la escuela
con niños igual que ella,
que tienen la piel distinta
y que hablan otras lenguas.
Allí por donde viven
cuando la tarde sestea,
tocan música que alegra
como si fuera en la arena,
con tambores y guitarras
con palmas y castañuelas.
Y es que yo me pregunto
si no son las mismas letras
cuando hacen gorgoritos
como Ahisa cuando se alegra.
Antonia Marcelo, abril 2014
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