domingo, 13 de septiembre de 2015

GUADIANA, FUENTE DE RIQUEZA

Valdelacalzada se viste de primavera.
 



Aún perdura en mi memoria la calle llena de gente, un carro tirado por dos mulas, cargado con todos su enseres y una familia que a voz en grito despedía para siempre a sus hijos y nietos. Todo el pueblo acudía a despedir aquel joven matrimonio que con varios hijos de corta edad emigraban a los Pueblos Nuevos. Probablemente los separaría una centena de kilómetros, pero las malas condiciones de las comunicaciones de los años sesenta, la baja renta de los que quedaban, normalmente ancianos que ya no querían alejarse del pueblo donde habían nacido, les auguraba la probabilidad de no volver a encontrarse.

El Instituto Nacional de Colonización fue el encargado de poner en marcha la reforma agraria para el mejor aprovechamiento de las tierras, hasta entonces improductivas, mediante la parcelación y un ambicioso plan de riego y canalización, con el aprovechamiento de las aguas del caudaloso Guadiana, que en muchas ocasiones se desbordaba y que había que embalsar para que no se perdiera en el mar.

Ha sido la visita a este bonito pueblo de Valdelacalzada (Badajoz) el que me trae aquellos recuerdos de mi infancia, no quedando por menos que hacer una reflexión de lo que fue, motivó y lo que en la actualidad ha resultado. No en vano han pasado 50/60 años desde que aquellos colonos, padres o abuelos de los que hoy viven en este pueblo llegaron para tomar posesión de una casa, una parcela y algún ganado, amén de unos nuevos vecinos con los que ya compartirían el resto de sus vidas. Aquí nos hemos encontrado con Francisco, Paco y Gregorio hijos de aquellos que vinieron a colonizar Valdelacalzada, que con gran ilusión nos acompañaron para que viéramos las plantaciones de ciruelos, melocotón o nectarinas que rodean al pueblo. Otras tierras preparadas para sembrar hortalizas, planas como la palma de una mano y que ya son labradas por modernas máquinas agrícolas, ya olvidados aquellos tiempos de penurias del labrador tras el arado y las mulas. Las plantaciones se han modernizado y los hermosos productos de esta tierra extremeña verde, que se adorna con las preciosas flores de sus frutales en primavera, se verá recompensada en verano con otros colores que lucirán los frutos en que se habrán transformado. Otra vez veremos nuestras “mejoradas” carreteras con modernos remolques, esta vez, cargados de peras o tomates con destino a las fábricas y cooperativas para su distribución por todo el mundo o su transformación y envase.

 

La Reforma Agraria ideada en 1932 en la República, tardó en ponerse en marcha, costó muchas lágrimas de despedida y ausencias, pero de ella vive hoy más de 43 pueblos en Extremadura. Otra vez el agua, el Guadiana ha sido fuente de riqueza.

Badajoz a 22/3/2014

Antonia Marcelo García


1 comentario:

  1. No, no fue precisamente la República quien realizó este milagro. Yo también tengo muchas ideas.

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