¿Qué sería
de nuestra ciudad, Badajoz, si la buena gente comprometida, curiosa y enamorada
de ella no estuviera pendiente de cuanto acontece, bueno y malo?
Como me
encuentro en este grupo deseosa de dar a conocer esta ciudad viva y hermosa,
quiero expresar públicamente que en ocasiones tengo que revelarme. Han pasado
más de veinte años, 1997, desde la riada que asoló las viviendas aledañas al
Rivilla y aún seguimos con casas abandonadas y medio derruidas, con el peligro
de las personas que se cobijan en ellas y a la vista de cuantos nos visitan,
por la entrada principal a la ciudad; nos volcamos en que el camalote
desaparezca y se han necesitado diez años para mover a la UME y dejar de tirar
el dinero con barquitos de papel que no adelantaban nada; el Parque Ascensión,
situado en la avenida de Elvas, mantiene en pie a duras penas los pocos árboles
que se libraron tras un incendio ¿? y del que ni se dice ni se habla;
Recepción del albergue El Revellín. La decoración frontal es parte del puente que fue arrasado con la inundación en 1997
el Albergue Juvenil El Revellín, abierto en 2013 y cerrado hace dos años, es cría de malvas y alimento de roedores, ya que el revellín histórico del siglo XVII que lo rodea se está convirtiendo en un estercolero; el Plan de Transformación del Campillo, se ha quedado en un aparcamiento al que no puedes llevar a los turistas para visitar la Alcazaba, porque da miedo el lamentable estado en el que se encuentra la barriada. Ni pa´ ti, ni pa’ mí, yo quito, tu pones, y allí sigue sin moverse una pala. Y para no cansarles más, les confirmo que ya está trabajando la grúa en el histórico Hospital Provincial de San Sebastián, siglo XVII, para convertirlo en un supermercado. Los movimientos vecinales no han podido con la burocracia.
Recepción del albergue El Revellín. La decoración frontal es parte del puente que fue arrasado con la inundación en 1997
el Albergue Juvenil El Revellín, abierto en 2013 y cerrado hace dos años, es cría de malvas y alimento de roedores, ya que el revellín histórico del siglo XVII que lo rodea se está convirtiendo en un estercolero; el Plan de Transformación del Campillo, se ha quedado en un aparcamiento al que no puedes llevar a los turistas para visitar la Alcazaba, porque da miedo el lamentable estado en el que se encuentra la barriada. Ni pa´ ti, ni pa’ mí, yo quito, tu pones, y allí sigue sin moverse una pala. Y para no cansarles más, les confirmo que ya está trabajando la grúa en el histórico Hospital Provincial de San Sebastián, siglo XVII, para convertirlo en un supermercado. Los movimientos vecinales no han podido con la burocracia.
Perdonen
este balance de comienzos de año de las no intervenciones en inmuebles de
Badajoz, como pueden observar, hecho con un poco de mofa, motivado por la
inactividad en la que se encuentran y el hartazgo de la ciudadanía de la que me
hago eco. Será que no se puede desperdiciar la pólvora del Rey, y así las cosas
de palacio van despacio.
Publicado en el periódico HOY el 15-01-19
No hay comentarios:
Publicar un comentario