Con
esta estrofa comienza una popular canción que nos recuerda que en
otro tiempo el Monasterio de San Isidro de la villa de Loriana, se
comunicaba con toda la comarca de Lácara. El Monasterio, del siglo
XVI, está en las estribaciones de la Sierra de San Pedro, entre el
poblado de La Roca de la Sierra y Montijo. El lugar, enclavado en
medio de la dehesa, es una zona boscosa de encinas y alcornoques de
singular belleza, probablemente de origen romano, ya que así lo
indica la aparición de numerosos restos de la época como tejas,
ladrillos y vidrios. El monasterio, que está expoliado y destruido
y en la Lista roja del patrimonio español en peligro, se encuentra
convertido en establo de ganado. Acrecienta el interés de este
lugar la cantidad de trabas que son recibidas por los que, movidos
por la curiosidad o por altruismo, se arriesgan a visitarla para
conocer el por qué el antiguo monasterio franciscano por donde pasó
San Pedro de Alcántara, patrón de Extremadura, se encuentra en tan
lamentable estado; lugar donde fue nombrado Comisario Provincial y
donde los monjes franciscanos , entre sus muchas actividades,
desarrollaron una raza canina, propia de nuestra tierra , el alano
extremeño, preparado para defenderse de los jabalíes. Este
conjunto, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de
Monumento, según declaración del Gobierno de Extremadura con fecha
12-11-13, es un lugar donde prevalecen los intereses privados sobre
el público para mantenerlo oculto de la vista del pueblo y en la
clandestinidad, impidiendo y asustando a las personas que se
arriesgan a visitarlo. Los caminos de acceso a nuestra historia han
de ser libres. Ese camino que nos lleva a la popular canción de la
época que hace referencia al lugar y sus habitantes:
Camino de Montijo van doce frailes/ todos llevan alforjas chicas y
grandes/ detrás de los frailes van doce monjas/ en busca de los
frailes.
Carta publicada por el periódico HOY el día 14-06-15
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