Yacimiento arqueológico de Villasviejas del Tamuja
He tenido la ocasión de comprobar como la huella de España
está presente por todo el mundo, conocida y respetada por la gran historia que
nos precede.
Para ello los protagonistas de tan impresionante hazaña fueron
muchos extremeños que abandonaron sus propiedades y familia, trayendo a España
numerosos tesoros, tan importantes como los que dejaron allí.
Resulta insólito que Extremadura, sus costumbres y su
historia sean desconocidas por los mismos extremeños. Numerosos intereses
políticos y comerciales se han encargado de construir una leyenda negra en
torno a lo que aquellos grandes hombres hicieron.
Pero con el paso del tiempo todo cambia, ahora a muchos
extremeños nos ha llegado la ilusión de conocer cómo éramos y cómo vivíamos en
otros tiempos, tan lejanos, que es necesario para ello rascar la tierra,
escalar sus piedras y escuchar los sonidos que transmite el viento a través de
los huecos de sus antiguas cuevas.
De ello se está encargando la Asociación Cultural Amigos del
Parque Arqueológico y Natural El Rebellao y muy especialmente el profesor de
arqueología D. Víctor Gibello, que con gran ilusión acompaña a sus alumnos y
socios a los numerosos yacimientos que tenemos en Extremadura.
Visita de los alumnos y socios al yacimiento
El importante yacimiento de Villasviejas del Tamuja o Tamusia, próximo al pequeño poblado de Botija, provincia de Cáceres, es un castro celta de la II Edad del Hierro. Abarca desde el 400 a.C. hasta el I a.C. donde se puede estudiar las costumbres y forma de vida de aquellos antepasados nuestros. Asentado sobre la loma de una montaña, el castro se encuentra rodeado de murallas y donde la hondonada del río Tamuja a su espalda hacía las veces de foso, protegían a la población y sus ganados, tanto de animales salvajes como de posibles enemigos.
Imprescindibles en aquella época fue la riqueza minera de
esta zona, que propició la explotación de los yacimientos de plomo argentíferos
en la comarca, llegando hasta la época romana por su proximidad a la cercana
Norba Caesarina –actual Cáceres- fundada en el último tercio del siglo I a.C.
Tan preciado metal servía para cubrir la madera de las flechas e incluso es
posible que existiera una ceca para la acuñación de monedas para el Imperio.
Dehesa extremeña y sus verdes prados
Aquel paisaje idílico, poblado de hermosas encinas y verdes
pastos, sigue causando admiración al que lo visita. Todo ello de fácil acceso,
resulta recomendable y, eso sí, conservar y propagar nuestro hermoso patrimonio
cultural, tal y como lo hicieron aquellos antepasados por todo el
mundo.
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