Grieta producida por el terremoto de Lisboa en 1755
Con la desamortización de Mendizabal en 1835 la ruina se apoderó del convento.
No se entiende que en la actualidad y tras la reconstrucción del conjunto adquirido por Hidroeléctrica Extremeña (hospedería, iglesia y convento), que culminó en 1966 pasando en 1985 a la Fundación San Benito de Alcántara, la iglesia continúe en tal estado de abandono.
Restos del órgano desvalijado en la guerra de Sucesión
En 1914 fue declarado Monumento Nacional,
para aún permanecer en tan lamentable estado de deterioro, mas a
pesar de que el conjunto fuera restaurado en gran parte dejando a la
vista estilos arquitectónicos bien diferenciados: El paso del gótico
al renacimiento en el claustro; la iglesia de planta cuadrada donde
se guarda una virgen de alabastro; grandes
escudos imperiales labrados; tuvo un retablo de Luis de Morales y un
órgano cubierto de oro, y conserva
el sepulcro del Capitán General de las Indias Nicolás de Obando
(1460-1511) nacido en Brozas, uno de los más grandes
“conquistadores” extremeños, fundador de
los pueblos de Puerto Real, Cares, Santa Cruz de Aycayagua, Gotuy,
Jaragua y Puerto Plata, que trasladó y reconstruyó la ciudad de
Santo Domingo, donde se encuentra la primera catedral y el primer
castillo de América por lo que es declarado Patrimonio de la
Humanidad. Fundó conventos y promovió la agricultura.
Grabado de escudos imperiales
La
preciosa fachada exterior renacentista de la hospedería es conocida
como la Galería de Carlos V, que ha servido de escenario en los ya XXXII
Festival de Teatro Clásico de Alcántara.
Claustro del convento
Todo este conjunto,
visitado recientemente por los caminantes de la Universidad de
Mayores que dirige Joaquín Lujan, se encuentra a escasos metros del
Arco del Triunfo erigido en honor a Trajano (104-106 d. C.) del
majestuoso Puente Romano de Alcántara; la presa sobre el río Tajo
que lo contempla y las hermosas buitreras alojadas en la pared de una
cantera abandonada, lo más parecido a un cenote en Yucatán, donde
puedes disfrutar de un relajante y solitario baño en sus cristalinas
aguas.
Playa en la cantera abandonada
Misterios de naturaleza
“desinteresada” nos dominan en esta tierra. Hoy que se habla con
tanta ligereza de la tan traída y llevada “sostenibilidad”, la
villa de Acantarara más bien parece un pueblo fantasma, casas
abandonadas y calles solitarias, como dicen: “tierra rica de
hombres pobres”, pues lo mismo le ocurre en grado sumo al Convento
de Loriana en la localidad de La Roca de la Sierra. Para qué las
declaraciones de Monumento Nacional. Falta interés para poner en
marcha nuestros recursos naturales y arquitectónicos. Mientras la
decadencia se va apoderando de ellos, nuestros monumentos se caen por
la desidia y abandono de los que tienen la obligación y el deber de
conservarlos para futuras generaciones. No existe equilibrio entre
los recursos y su entorno para satisfacer las necesidades de sus
habitantes, promoviendo los procesos económicos y sociales que la
población demanda y no tener que abandonarlos y emigrar con el
desarraigo que ello conlleva.