POEMAS
PARA UN TORERO
El poeta Fernando Garduño Maya dedica dos poemas al torero Israel Lancho, antes de su salida para la temporada de invierno a Perú.
*Por Antonia Marcelo (2 de Junio de 2014)
Con gran expectación por parte del
público asistente, en la sede que la Sociedad Casino de Badajoz
tiene en la C/ Ramón Albarrán nº 14, tuvo lugar el pasado 21 de
noviembre de 2014, una jornada de poemas con olor a albero. Fue con motivo de
los recitales de los Poetas del Jueves, que reúne a escritores,
pintores, fotógrafos y a cuantos se consideren artistas en cualquier
de las ramas de las arte.
El poeta Fernando Garduño Maya y el torero Israel Lancho
El torero Israel Lancho y Antonia Marcelo durante el recital
*Antonia Marcelo García
El poeta Fernando Garduño Maya y el torero Israel Lancho
El poeta Fernando Garduño Maya, nacido
en Segura de León (Badajoz), de reconocido prestigio y miembro de
diversas asociaciones culturales, tuvo la gentileza de invitar al
recital a su buen amigo y torero Israel Lancho, a quien dedicó, con
cariño y emocionada voz, unos sentidos poemas. Israel estuvo amable
con todo el público que asistió al recital y no dejó de
fotografiarse con cuantos quisieron plasmar un recuerdo con el. Sin
dudarlo, además de torero valiente, es un joven elegante y
simpático. A los pocos días se marcharía a Perú para hacer su
temporada de invierno donde deseamos tenga grandes éxitos.
El torero Israel Lancho y Antonia Marcelo durante el recital
Es conocido
que el torero extremeño sufrió el 27 de Mayo de 2009 una grave
cogida con entrada y salida en el hemitorax izquierdo, de la que
tardaría tres meses en recuperarse. Fue en la plaza de Las Ventas y
cuando lidiaba al sexto de la tarde. Las espeluznantes imágenes del
diestro colgado del pitón derecho del toro fueron de gran impacto y
dieron la vuelta al mundo. Reapareció en Almendralejo con traje de
Francis Montesinos gris y azabache el 15 de agosto, apenas mes y
medio después. Cortó 4 orejas y un rabo y obtuvo el premio Luis
Reina.
Dos de los poemas que
Fernando Garduño dedicó al torero son estos.
I
(en Madrid)
La tarde
impresiona sobre el albero sus claveles,
dilapida
sus luces el sol en los bordados;
en el
brocal del pozo húmedo de sangre
el sexto
toro de Palha se envalentona hiriente
y,
buscando en el aire el corazón del hombre,
hiende en
el pecho el astifino puñal de su bravura
pero
encuentra la hechura de junco del torero
y la gesta
impresionante de las gloriosas tardes.
Cuando
Israel Lancho se vio morir
aún era
primavera en los balcones.
II (en
Almendralejo)
Hornea la
tahona de la tarde bocados de grandeza
y, en la
cepa de los viñedos, estercola el duende del barro
que
tintará los gratos matices del vino de esta plaza
a donde
viene Israel Lancho a cerrar heridas,
por donde
camina con paso firme y vestido de gris azabache.
*Antonia Marcelo García
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