ESPECTRO DE
NADA
Nada, pura mierda en el estiércol.
Nada hay entre dos aguas
Solo la sal de las lágrimas
Para arrastrarla.
Nada bajo la lluvia ácida
Solo un espectro que camina
Oculto bajo un paraguas.
Nada bajo las hojas caidas
Que crujen airadas
En las aceras pisadas.
Nada en el borde del camino, solo
piedras para que tropieces y caigas.
Y para acabar con la nada
un zureo de palomas
A la hora de la siesta, que se apaga.
El tiempo, vil regalo
Que está rebosando de palabras.
Y en el estiércol, no hay ¡Nada de nada!
Antonia Marcelo García. 21 de Abril 2013
Nada, pura mierda en el estiércol.
Nada hay entre dos aguas
Solo la sal de las lágrimas
Para arrastrarla.
Nada bajo la lluvia ácida
Solo un espectro que camina
Oculto bajo un paraguas.
Nada bajo las hojas caidas
Que crujen airadas
En las aceras pisadas.
Nada en el borde del camino, solo
piedras para que tropieces y caigas.
Y para acabar con la nada
un zureo de palomas
A la hora de la siesta, que se apaga.
El tiempo, vil regalo
Que está rebosando de palabras.
Y en el estiércol, no hay ¡Nada de nada!
Antonia Marcelo García. 21 de Abril 2013
Nada, pura mierda en el estiércol.
Nada hay entre dos aguas
Solo la sal de las lágrimas
Para arrastrarla.
Nada bajo la lluvia ácida
Solo un espectro que camina
Oculto bajo un paraguas.
Nada bajo las hojas caidas
Que crujen airadas
En las aceras pisadas.
Nada en el borde del camino, solo
piedras para que tropieces y caigas.
Y para acabar con la nada
un zureo de palomas
A la hora de la siesta, que se apaga.
El tiempo, vil regalo
Que está rebosando de palabras.
Y en el estiércol, no hay ¡Nada de nada!
Antonia Marcelo García. 21 de Abril 2013
Nada, pura mierda en el estiércol.
Nada hay entre dos aguas
Solo la sal de las lágrimas
Para arrastrarla.
Nada bajo la lluvia ácida
Solo un espectro que camina
Oculto bajo un paraguas.
Nada bajo las hojas caidas
Que crujen airadas
En las aceras pisadas.
Nada en el borde del camino, solo
piedras para que tropieces y caigas.
Y para acabar con la nada
un zureo de palomas
A la hora de la siesta, que se apaga.
El tiempo, vil regalo
Que está rebosando de palabras.
Y en el estiércol, no hay ¡Nada de nada!
Antonia Marcelo García. 21 de Abril 2013